El último día de mis veinte años... aaaaaaaaaaa!
No consigo disimular las ansias y la emoción que toman de rehén a las uñas de mis manos. Algunos dicen "un año más de vida"; otros, "un año menos". Ambos tienen razón: un año más de camino transitado y uno menos, de recorrido pendiente.
De cualquier forma, no me arrepiento de los episodios vividos, ni de los bloopers que alimentaron mis experiencias. Dejo atrás veinte años de puros sentimientos: alegría, tristeza, llanto, risa, sueño, energía, amor, amor, amor =) Pero no los dejo en el olvido, solo los guardo en alguna habitación de mi memoria.
Dentro de unas horas, inicio otro año de nuevas ilusiones, sueños por los cuales pelear; todo con la simple intención de trazar las líneas de un camino más extenso. Veinte: cobija de maravillosos momentos que guardaron alguna que otra tristeza causante de sensibles lágrimas. Veintiuno: mucho y poco, sitio perfecto para intentar ordenar nuevas piezas de próximos rompecabezas.
Momento propicio para levantar la mirada y dejarse alumbrar por el sol.
Para imitar el vuelo de una colorida mariposa, que tras sus alas esconde la libertad de cumplir deseos.
Agradezco al Padre...
...por darme el privilegio de contar con una maravillosa familia...
...y por regalarme la fortuna de tener a un hombre inigualable con el que comparto las recompensas y los escarmientos de la vida.
Le pido con el corazón abierto, que lo llene de amor, de armonía y de sensible pureza. Le ruego que siempre mantenga encendida en mi alma la llama de la solidaridad, y que haga de mí un instrumento suyo guiada por el espíritu misionero.
Hoy me encuentro rodeada de gente que quiero. Estoy feliz por esta noche y por el día que se viene. No cambiaría por nada el cariño actual del cual soy receptora. Espero ansiosamente que nada sea capaz de enturbiar los cristales del 23 de abril.
Mi vida: un rompecabezas armado por Dios. Muchos intentaron desordenarlo, pero siempre existe un manual oculto para volver a ubicar las piezas. :)
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