Hoy pienso en todo aquello y sonrío, porque valió la pena esperar. Antes no tenía a nadie, pero ahora te tengo a ti. No pensé que duraría, te lo digo en serio, pero me demostraste que el amor perdura a través del tiempo. Supe esperar y supe encontrar, menos mal te reconocí a tiempo y el hombre que estaba antes en mis sueños volteó hacia mí. Eres tú sin duda alguna. Me mostraste un mundo desconocido para mí, me acostumbré a él y ya no lo deseo abandonar jamás. ¿Será que tú tampoco?
Espero tenerte siempre en mi vida, de lo contrario tendría que volver al punto de partida y no quiero. No puedo retroceder si el camino es maravilloso. Doy gracias a mi Padre Santo que cruzó nuestras rutas y nos creó igualmente sensibles en la balanza del "poder dar". Le sigo pidiendo por ti, para que cumplas tus sueños, aquellos de los que tanto me has hablado, ¿te acuerdas?, pues mi confianza me lleva a afirmar que lo obtendrás mejor de lo que te imaginas. También pido a Dios por mí, para que me ayude a amarte y a hacerte feliz como te lo mereces.
Cree en ti y no te detengas. Todo lo que has logrado es nada más que gracias a tu talento y a tu valor personal. Me tienes y me tendrás siempre en algún lugar del espacio sideral. No tengo planes de alejarme ni por un instante.
Me enseñaste a ordenar las piezas de Gaby. Me hiciste descubrir que el amor existe y me ayudaste a confiar en mí misma. Hoy estoy segura de lo que siento, y por si quede alguna duda, para este rompecabezas sí tengo un manual de instrucciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario