A mis compañeros del 4to, 2da. =)

El destino de todo ser humano es variable, cambiante e impredecible. Si bien en ciertos casos, uno ya sabe cuál será el final del juego, no espera que llegue con tal rapidez.

A mucha gente le cuesta adaptarse a un ambiente distinto de personas nuevas, y cuando por fin lo consigue, pasa a depender de él, como si se volviera algo rutinario, imprescindible e infaltable en los planes futuros; hasta que por la trascendente etapa del ser humano, debe dejarlo y comenzar todo de nuevo; en un nivel más avanzado, pero desde el principio.

Este tipo de cambio puede desencadenar una serie de conflictos emocionales que, en mayor o menor medida, se traduce en nostálgicos pensamientos, desorientaciones y aquella sensación de que algo está faltando; el “no sé qué” involuntario que impetuoso golea las paredes del pecho.

Quizá el grado de añoranza varíe en cada uno, dependiendo de la fuerza con la que se involucró en el grupo, lo cierto es que cuesta dejarlo de lado e ignorarlo se torna imposible.

Me pregunto por qué será que el diseño de la vida social deba incluir el hecho de tener que dejar cosas importantes para perseguir nuestros objetivos. Muchos me dirán: “cosas de la vida que uno no comprende”.

Noviembre y diciembre son meses en los que más se desarrollan estas situaciones. Época en la que muchos terminan sus estudios, dejando a sus compañeros, amigos y familiares por ir en busca de aquello que tanto han esperado.

Es lo que este año nos pasa. Culminamos una hermosa etapa en la que hemos aprendido a trabajar juntos y convivir a pesar de nuestras diferencias. Personalmente les digo que me costará noches de inmensos recuerdos y puras añoranzas el poder superar la tristeza de tener que dejarlos. Con ustedes pasé momentos de alegría, risas (eliana), llantos, rabia, enojo, plagueos (che kuerái.com), protestas, karaoke, bailongos, amor (Edu), olvidos (nombre de Maisi, Marina, Harina, etc.) y muchos otros maravillosos momentos que quedarán insertos en algún rincón de mi memoria.

Confieso ser sensible de más, y sé que tardaré en hacerme la idea de que ya no nos veremos tan a menudo como antes, eso me pone aún más triste. Espero que el día de mañana, nos volvamos a encontrar como grandes profesionales en los medios de comunicación.

Les deseo lo mejor queridos amigos, estoy más que segura de que en poco tiempo veré a muchos de ustedes en televisión y tendré el orgullo de decir “Ese/a fue mi compañero/a”. No se dobleguen jamás ante los obstáculos del camino, sean leales a su profesión y no callen ante las injusticias. No olviden que “el periodismo es libre o es una farsa” (en broma lo digo, aunque puede que sea cierto jajaja).

Lo último que les pido es que no se olviden de mí tan rápido. Eso me pondría aún más triste. Yo los llevaré conmigo SIEMPRE. Si alguna vez necesitan una mano, recuerden que aquí Gabrieloka estará dispuesta a ayudarlos en lo que pueda.

Con esto me despido. Que Dios les bendiga y sean felices haciendo feliz a los demás.

Les quiere

Gaby :)